Hace unos días. Mejor aclaro primero que no iba bebida ni fumada ni drogada ni ¿qué más se puede ir? Vale, no iba, y acabo antes.
Hace unos días comencé a pasearme por el piso con mi bata de tercipelo granate. Mientras canturreaba la banda sonora de la serie sementera (juro que quería decir setentera) BATMAN. Pero en vez de BATMAN decía PAPA. Porque el Papa vive en el BA-icano. Y tiene PAPA-móvil. Y si tiene un Papa-movil y vive en el BaT-icano Bati-coure tiene que ser un superhéroe, fijo. Además lleva capa. Joder más claro, agua.
Y si es un superhéroe tiene que tener un archienemigo o supervillano ¿no? No hay bien si mal, creo que lo dijo en alguna encíclica. Así que mientras saltaba en el sofá con mi superbat-a a modo de capa. Comencé a pensar quién podía ser el enemigo del papa.
El villano empirista, el ruin ateo, el impasible escéptico, el Dalai Lama, los chikiprecios, los pelochos,...La duda me embargaba, y ya no podía dejar de hacer el gilipollas con mi bata. Ante mi cetro y mi mitra os arrodillareis todos porque yo soy el (música de batman) el PAPA. El poder la maldad Razinger puede controlar.
Por supuesto, cuando llegó una de mis compis de piso, salí a su encuentro (le intercepte el paso en la cocina) y le pregunté. Tu creyente, responde a mi pregunta (estaba muy metida en el papel) ¿Quién es el enemigo de los cristianos? Y pobre de ti que me digas los LEONES que te ahostio consagrada. Mi compi encendió la cafetera y me dijo
- "Satanás, apio, Satanás, el enemigo de los cristiánanos es Satanás".
- Pues vaya puta mierda, ya no me mola ser papa. Ahora me voy a ver NCIS ¿me haces un café a mi también?
Y así se acabo mí tarde de papismo.