Casi no llego al aeropuerto por la mierda de las placas de hielo. Y mira que se lo tengo dicho, Hielo, tú solo en cubitos. Pero a mí ni caso.
Pero embarqué. Por los pelos, pero eso también cuenta.
Una vez en el asiento, respiro tranquila, mientras el piloto nos comunica que debido a las incremencias del tiempo habrán turbulencias. El tío que tengo a mi lado saca un rosario y creo que empieza a rezar. Me da penica y le digo que lo de "las incremencias del tiempo" es una excusa que yo también pongo cuando por la resaca no entrego a tiempo los manifiestos de carga.
Aquello le debió calmar porque dejó de rezar y se pidió un copazo. Es la primera vez que veo beber alcohol sin alegría. No me extraña que le haya sentado mal y se haya puesto a potar. Lo que no entiendo porque los de atrás también potaban.
Al aterrizar los gilipollas de siempre han aplaudido. Odio a esos imbéciles, a mi nadie me aplaude cuando hago mi trabajo y con lo que cobro yo me deberían hacer la ola, no te jode.
En el aeropuerto, primer contacto con "lo griego". Hay que joderse si no puedo leer los cartelicos porque las letras son la hostia de antiguas y no hay quien se cosque. Mucho wireless, mucha telefonía de quinta generación, muchos lcaseis en los yoghures, pero el abecedario ahí todo desfasado. Pero soy una mujer de recursos y tras mirar los carteles con los ojos entreabiertos y concentrarme en el conjunto. Los he descifrado y he llegado al metro.
Y una vez en el metro, me ha pasado lo que me viene pasando desde la primera vez que fui al "EXTRANJERO". Un autóctono se me ha acercado y me ha preguntado por una dirección. Y como dice Barbara, soy la increible mujer "preguntame que yo lo sé". Y es que yo tengo el típico aspecto de.
Por supuesto después de contestar (porque yo siempre contesto) quedan tres cosas claras.
Primera: parezco ser de donde sea, pero no lo soy.
Segunda: Tampoco soy de un país angloparlante.
Tercera: Tengo una gran delantera. Sin importar el país, el idioma o la línea de metro.
Una vez en Atenas me he puesto detrás de un grupo de japoneses y he visto por fuera todos los monumentos.¡Cómo caminan estos nipones! Y cuando se han metido en el hotel he caído que tenía que buscar mi hotel. Ha sido la primera vez que he cogido el mapa. He aplicado la misma técnica de leer carteles y en 20 minutos ya estaba pidiendo mi llave en recepción.
Me han dicho que ahí dan unos besos muy bonitos...
Posteado por Jake - 10 de Marzo 2010 a las 11:08 AM