Hoy nos pasa un email el director del cotarro diciendo que a estas alturas de enero ya nos toca organizar las vacaciones del 2011.
Y eso y otro asunto que no puedo comentar han sido la comidilla de la oficina de hoy.
En mi departamento, lo de las vacaciones no suele ser traumático, todos somos de Barcelona, por lo que ninguno nos tomamos tres o cuatro semanas seguidas. Y las Navidades y la Semana Santa, pues tampoco nos preocupan demasiado. Así que cuando hablamos de vacaciones, hablamos de vacaciones no de visitas familiares.
Y como tres de mis compis odian el calor o les apasiona la nieve (y por extraño que parezca no se refieren a la droga) soy tan buena persona que me sacrifico y me voy a quedar los meses de verano. Cosa que me encanta, porque para mi el verano es para hacer el vago. Levantarse tarde y acostarse aún más tarde. Disfrutar de una cerveza en una terracita de noche mientras te deleitas de la brisita marina.
Así que parece que las cosas van a quedar así:
Dos semanitas en julio que aprovecharé para irme al super bock super rock y hacer algo más de turismo.
Dos semanas en Agosto que aprovecharé para darme una vuelta por Nueva York.
Y me queda una semanita suelta que aun no se a donde ir ni donde ponerla. Ya que depende de mis compañeros de departamento.
A mi me gustaría colocarla a finales de octubre o principios de noviembre. Pero claro, dependo de mi jefe, que él siempre es el último en colocarlas y por supuesto donde manda patrón no manda grumetillo pescanova.