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5 de Junio 2011

Puta consola

Ayer soñé que me liaba con Margaret Thatcher. Y yo ahora ya sé porque le llamaban la dama de hierro. El sueño empezaba Margie y yo (después de aquello entenderán que le llame Margie) estábamos haciendo una escena lésbica para una película porno. Por cierto de muy buen gusto, el director a penas hizo zooms. Todo muy normal hasta allí, si quitamos el pequeño hecho que no soy lesbiana y que JAMÁS me pondría esos zapatos. Pero después aparecía superMario Bross y el dinosaurio ese que jamás me acuerdo del nombre no es meloconcito ni Luiggi. Y nos decían que los jefazos de la play station había puesto precio a nuestras cabezas, y que aquello no era una peli porno sino una trampa para matar a Maggie y a mí, me sorprende lo poco que me costó creerme a un Mario pixelazo. Pero lo hice. Y cogimos una barcaza por el Thames para huir. Con lo lentas que son. Pero la rapidez no era una de nuestras premisas. Porque también hicimos una parada para comer unos nuggets en el Kentucky que hay enfrente de casa del British. Ya me vale, hasta en sueños acabó allí.
Yo no paraba de comerme el coco porque en casa me había dejado la wii con todos los códigos que buscaban los de la playstation. Y claro, intentaba ponerme en contacto con mis compañeras de piso pero ellas no hacían otra cosa de hablarme de barcos y empastes. Teniendo en cuenta que la que me hablaba de los empastes que estaba poniendo es la oftalmóloga, la cosa era muy frustrante. Al final conseguimos un vuelo en una de estas compañías de bajo coste para Barcelona. Es entonces que caigo que estoy en Budapest en vez de Londres. Y aquello no era el Thames sino el Danubio. Pero el Kentucky era fijo el de Bethnal Green ahí no me la cuelan.
Bueno Margie, se niega a coger un vuelo de low cost por lo que nos despedimos, a lo Casablanca, en el aeropuerto. Ella promete hacer todo lo posible para despistar a los de la playstation para darme más tiempo. Y Margie tiene un final a lo gran evasión, igualito igualito que Steve McQueen.
La azafata intenta envenenarme con el zumo de pomelo rojo. Pero un pasajero clavadito , a Jared Padalecki me advierte de que el zumo está envenenado y que la azafata es de la play station. Y es cierto, los pins que tenía en la solapa eran los botones de los mandos de la play. Por supuesto, Ahora Padalecki es mi compañero, la wii lo ha enviado para protegerme y vale también proteger los códigos que hay en mi wii. No sé porque perol e hago una visita turística al buen mozo antes de llevarlo a casa para que pudiera sacar los códigos de la wii y evitar que los de la play se hicieran con ellos. Ya he dicho que el tiempo no era algo que pareciera importar mucho. Tampoco me importó cuando al llegar a casa nos liamos y tuvimos tiempo para hacer la típica escena de acurrucaditos en una manta con la chimenea encendida las fresas y el cava y la alfombra de oso polar. Pero juraría que durante todo el sueño era verano. ¡Ah sí! Y no tengo chimenea, ni alfombra de oso polar.
Después de eso entran, jodiéndome la puerta abajo los de la play y nos disparan pero conseguimos coger la wii y salir pitando por la ventana. De repente ya no vivo en un 4º piso. Y huimos a la montaña. Y claro ahí es cuando me despierto. Soy alérgica al polen y los jabalises me dan miedo. Buen momento para ponerse coherente, si muy bueno.

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 5 de Junio 2011 a las 11:43 PM


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