Y ya está de nuevo a la rutina de los madrugones, las caras feas del metro, los cafés de máquina y la tira de emails que ni me van ni me vienen pero que esos si me llegan. De vuelta a las historietas de los de Madrid. Y el email semanal kilométrico sobre la sórdida vida amorosa de un gay inglés y de su gato Posh.
Y por supuesto a mi vuelta ahí estaban esperándome esos expedientes que están pendientes de cerrar y que no parecen tener ni un final próximo ni un final feliz.
Y no, no tengo síndrome post-vacacional, he vuelto llena de energías. Hacía tiempo que no me pasaba. He vuelto con ganas de trabajar. Debe de ser algún tipo efecto secundario del jet lag. Y con alegría, que dios, soy la única en la oficina que parece que ha ido allí a hacer alguna cosa que no es trabajar. ¡Si incluso me he ofrecido voluntaria a hacer un par de gestiones! Que por lo normal no tendría porque hacer. Lo sé, nunca se debe presentar uno voluntario a nada.
Y ahora a ver cuanto dura el buen rollito. Yo calculo que unas dos semanas, más o menos, lo que tardará mi compañera en irse de vacaciones por casi un mes y que me caiga una montaña de curro encima.
Y si, en octubre me cojo otra semana, para recuperarme.
¿Se había marchado de vacaciones?¿A dónde?
Posteado por Jake - 22 de Agosto 2011 a las 02:35 PMMe alegra que me haga esa pregunta. Me fui a New York, se lleva usted la exclusiva.
Se hizo extrañar.. es mi favorita!!
Posteado por Victor CB - 23 de Agosto 2011 a las 05:29 AMGracias, me hizo sonrojar.
No, que va. Pero gracias igualmente.