Ayer compramos los billetes de tren para Madrid, y yo estaba tan sobada que podíamos haber comprado perfectamente un billete de tren para Azerbaiyán y ni me hubiera dado cuenta. ¿Chamartín? ¿Azerbaiyán? Todo suena igual cuando tienes un sueño de órdago.
Chamartín de porras. Estaba tan dormida que ni siquiera hice la broma de Chamartín de porras. Si han visto la película de El Santo con ValKilmer lo entenderán. Cada vez que alguien dice Chamartín. Yo imito a Val Kilmer en la escena del avión. Imperdonable.
Sí, imperdonable. Tanto la película como mi lapsus cinéfilo. Solo comparable con Chacal de Bruce Willis, la película y el lapsus también.
Y para demostrar lo sobada que estaba, solo decirles que cuando llamó mi santa madre para regañarme por no dar señales de vida, le dije, que no hacía tanto que no hablábamos que habíamos hablado ese mismo mediodía. Y cuando ella me contestó que no sabía con quien narices había hablado yo ese mediodía pero no era ella. Yo solo alcance a decirle que sino era con ella, entonces había hablado con otra madre. Pero que estuviera tranquila, esa otra madre sonaba igual de coñazo que ella. Hasta me recordó que comiera más pescado blanco y verduras.