Lo sé, lo sé, que últimamente escribo de higos a meninas, pero ando yo muy ocupada salvando al mundo y tal. Pero tenéis que comprender que no es fácil ser un ser supremo y fan de la mortadela de olivas a la vez.
Pero como hoy es lunes y dan 24, el martes escribiré un post resumen de los capítulos que les salgan el moño poner, sin importar a la hora que el descerebrado de programador desee ponerlos.
Así que doy señales de vida, de vida inteligente y superior a la media de licra. ¡Eo, Eo!
Y para muestra un botón, he aquí una de mis fábulas orientales, la fábula de hoy se titula: La vaquilla, la garza y el chino Cudeiro.
Érase una vez en el lejano Corte Inglés de plaza Cataluña, la semana oriental, donde todos los productos de la China, de Taiwán y de Tres Cantos estaban a mitad de precio. Así que el chino Cudeiro que estaba en el paro desde que decidieron quitar de la parrilla Humor Amarillo decidió comprar a su mujer (lamujerdelchinoCudeiro) una preciosa garza de color rojo por solo 3 euros con 95. Pero el chino Cudeiro se despistó por el camino y fue a parar al GranPrix de verano con Ramón García y vaquilla incluida. Tras hacer unos galleos, unas chicuelinas y unas medio verónicas que ni el mismísimo Juli, consiguió llevarse las dos orejas y el rabo, el rabo de Ramón García que el perro de SanRoque se lo había cortado.
Moraleja: si tienes que ir a la corte inglés de plaza Cataluña lo mejor es coger el metro.