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3 de Enero 2008

Sin Asunto

Tras una larga deliberación el jurado escogió a aquella chica de piernas largas, cintura estrecha y pechos firmes para salvar el mundo.

No fue una decisión fácil. Miles de curriculums de posibles candidatos a “salvador de la humanidad” habían llegado desde que supieron que la raza humana sería extinguida el próximo jueves 21 de agosto.

Pero, si había alguna posibilidad de salvar a la raza humana, aquella chica era la más clara razón para la cual se debía mantener la raza humana con vida. Y por una vez en mi vida estuve de acuerdo con una decisión tomada por un atajo de políticos. Mis convicciones de mujer feminista defensora de la cultura y del conocimiento se podía ir al desagüe si con ello podía salvar el pellejo. Y ni tan siquiera sentía culpable por estar traicionando mis principios. No quería que mis principios significaran mi fin, bueno el fin de todos.

Y realmente no me hubiera sentido más segura si la persona designada para salvar la humanidad hubiera sido el ser más inteligente del planeta.

<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 3 de Enero 2008 a las 01:44 AM


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