Me echan de menos.
Ayer me llama Nora (la pequeña lémur de pelo arrizado) ¿Lémur jefe, dónde estás? ¿Cuándo vas a venir? Te echo de menos dios se me cayó todo al suelo. Casi cojo todo y me voy para su casa en ese mismo instante. Pero ya era tarde, estaba en camisón y ellas en 10 minutos se tenían que acostar.
¡Jo! No he superado mi dependencia a esas niñas. Y yo que pensaba que poniendo paradas de metro de por medio (nosotras medimos las distancias así). ¿Pero que tienen los críos que me hipnotizan y anulan toda mi voluntad?
El hecho es que los planes de adultos que había hecho para el viernes a tomar por culo. Para un viernes que tengo libre
Mi deber de lémur en jefe me reclama. Todo sea por una generación de niños que sepan distinguir al menos 6 tipos distintos de lémures y que escuchen Vanilla Ice. Ice-Ice-Vanilla-ice.
Lo sé, por menos condenaron a Sócrates.