El jueves me puse un vestido, que a mi parecía lo más normal del mundo. Pero al llegar a la oficina comencé a dudar. Y créanme, no estoy buena para como me digan esas cosas. Y sobretodo, yo solo le permito tales salidas de tono a mis obreros de la construcción. ¡Dios los tenga en el andamio!
Con el imbécil del departamento de administración:
-	vaya ,hoy vas look niña traviesa grrrrrrr (se suponía que  eso era el ruido de un tigre, no es que mi onomatopeya sea mala es que su gruñido fue patético)
 -	te recuerdo que somos compañeros de trabajo y que por menos han denunciado por acoso sexual.
 -	Era un cumplido.
 -	Lo mío también.
El mensaka imbécil que odio a muerte:
-	¡ey que peligro!
 -	¿qué?
 -	Nada, pórtese bien señorita.
 -	Puto sudaca, enfermo mental
 -	¡Ay que ver! Vestidita así y con esa boca tan Sucia.
 -	Deja de ver porno a todas horas, por dios ¿no ves que tu vocabulario se está viendo afectado? puto degenerado.
Y para rematarlo la recepcionista que como ya he comentado en varias ocasiones no es imbécil, es border line:
-uy que guapa, hoy vas de teeneger (ayer debió de aprender esa palabra, que tierno ¿no?)
 - ¡pero que cojones os pasa! No es una faldita de cuadros y una camisita con el escudo de la escuela. No llevo coleticas, ni una piruleta. ¡¿Qué carajos os pasa a todos hoy despreciables depravados?!
 - no, nada, solo que hoy te ves muy dulce.(y créanme que no lo decía con ironía, su mente no da para eso)
 - ¡Voy de negro!
 - pero es muy cuco
 - hijadexwqcioeufnwioequnrpcy ¿sabes qué?¡que os zurzán  a todos , a tajo de tarados!