Me he levantado llena de estigmas. Quien dice llena, dice 3. Pero bueno el hecho es que ahí están. Así que cuando un compañero me ha preguntado que cómo me habían salido los estigmas. Le he dicho que he sido escogida por una fuerza divina para transmitir su mensaje a los simples y molestos mortales.
La gente vendrá en peregrinación de todas partes para ver mis estigmas, y yo cobraré entrada. Mi compañero me ha dicho que los milagritos no se cobran. Eso es porque el no ha estado en el Vaticano(baticuore-vatimobil). Después me he ido por los cerros de Úbeda, con lo del papamóvil y vatimobil. Pero mis estigmas seguían ahí.
Así que tras que toda al oficina ha ido rulando por mi sitio para ver tal obra divina. Le he tenido que decir a mi compañero que lo de cobrar entrada no era tan descabellado al fin de cuentas.
Y esto que mi flapa, que para esto no necesita muchos estímulos, ha comenzado a patinar de lo lindo. Y me he visto como las vírgenes (vale aquí me lo he flipado) y los cristos esos que van y les besan los pies (besa-manos pase ¿pero besa-píes?). Puag que asco yo no quiero que me babeen los pies. Se acabó, mi carrera como estigmatizada se acaba aquí. ¡Babas de gente asquerosa, puag!