Mi relación con la navidad es bipolar. Como bien se podría decir de muchas otras relaciones que he tenido. El hecho es que amo-odio la Navidad. Amo lo que la mayoría de gente detesta de la Navidad. Me encantan los villancicos, las luces y el consumismo sin sentido y sin control. Y detesto lo que se podría amar: el estar rodeados de los tuyos, el rollo religioso que lo envuelve y el rollito ese de ser buenos con el prójimo.
Ayer adornamos la casa, al más puro estilo rococó epiléptico. Mi Belén en vez de un establo parece un puticlub en rebajas. Lo digo por las luces y por la cantidad de tíos haciendo cola para ver a una que dicen que es virgen, pero que está amamantando a un crío. Divino el crío, pero crío al fin y al cabo.
Un año más hemos colgado "el perro muerto" en la entrada de la casa y hemos engalanado con espumillón hasta la escobilla del water, a menos, espero que aquello fuera espumillón.
Y un año más he puesto mi cd de villancicos jibis a toda hostia mientras redecorábamos la casa. Me gusta cuando los sex Pistols o los Ramones o Metallica o los Mojinos me desean feliz Navidad. Soy así de ñoña ¿qué haremos?
Ya les digo que la casa estará iluminada hasta mediados de marzo como mínimo. No es que me guste tanto la Navidad, es simplemente que me da pereza desmontarlo todo.
<__trans phrase="Posted by"> apio <__trans phrase="at"> 8 de Diciembre 2009 a las 11:00 PMComo estas Navidades no tenga vacaciones, no habrá nada que me gusten de ellas.
Posteado por Jake - 9 de Diciembre 2009 a las 10:27 AMNo diga eso, que en esas fechas se hace usted viejo.
Posteado por apio - 9 de Diciembre 2009 a las 03:51 PMOtro motivo más.
Posteado por jake - 9 de Diciembre 2009 a las 04:43 PM