Tengo un problema con uno de nuestros principales clientes. Y no sé como solucionarlo.
Resulta que hace más de tres años que llevo esta cuenta, ya me conozco de pe a pa todas sus particularidades y sus mandingas. He hablado con casi todo el personal de esa empresa (incluida la hija de 3 años de su agente de aduanas), hay buen rollito. Nos respetamos mutuamente como profesionales, que nunca como personas. Bueno nos respetábamos, hasta el pasado 4 de enero.
El pasado 4 de enero el jefe de exportación comercial se las piró con viento fresco a la competencia desleal pero mejor pagadora. Y en su lugar pusieron a la "señora Mari Carmén". Me consta que una bellísima persona y una trabajadora encomiable. Pero cuyo nombre es un trauma para mí. Y que la puñetera no se deja tutear por lo que no puede llamarla Mari Carmen y punto. Siempre "señora Maricarmen".
Todo se remonta a hace 4 años. Cuando yo era una despreocupada "lémur en cap" (canguro en castellano) y daba clases a tres enanas adorables. Un día la más enana decidió que ya era mayor para contar chistes o como a ella le gustaba llamarlos "historias divertidas". Y me contó su primer chiste. Su primer chiste fue para mí. Ohhhhh que tierno ¿verdad?
Bueno, el chiste era el del señor pollo y de las señora Mari Carmen. Ella no lo entendía, pero le hacía gracia (al igual que los Simpson y otras muchas cosas) y eso me hizo aún más gracia. Desde entonces cada vez que oigo o digo "señora Mari Carmen" me descojono viva. Y así es difícil de entablar una relación profesional.
¿Señor doctor que puedo hacer?
Debajo de todo vegetal late un tierno corazoncito...
Posteado por Tuxina - 27 de Marzo 2010 a las 02:54 PM