Doble sesión palomitera.
Thor y Fast & Furious 5. Si, señores, cine de arte y ensayo. Metimos una botella de Jack Daniels en el cine y dos de esos mega tanques de cocacola. Y cada vez que había una secuencia para deleite del público femenino o gay, le dábamos un sorbo al cubata. Acabamos saliendo de la sala a 4 patas. Casi 4 horas ininterrumpidas de alarde de testosterona a saco paco. Y sin descanso para ir al lavabo. Pero valió la pena, salí con una sonrisa, de lado a lado, del cine. El alcohol también ayudó.
Fast & Furious 5 mejor que Thor. Y Thor estuvo bién. Viva los Vikingos y la gasoline!
Siempre me ha reventado la gente que cuando las cosas salen bien se ponen ellos las medallas y cuando salen mal la culpa es de otros.
Así se podría resumir mis 2 últimas noches. No duermo bien. Y no es el estrés. Es que tengo miedo de soñar. Y cuando me quedo dormida me viene esa maldita pesadilla.
Empieza inocentemente como el cuento de ricitos de oro y los 3 ositos/cerditos. Los sueños son muy caprichosos. Esta ricitos de oro (no, no soy yo) en un centro comercial de esos supergrandes con muchas tiendas. Y lleva unas reebok doradas. Lo de las reebok no lo entiendo, yo soy de adidas. Va recorriendo el centro comercial corriendo de arriba abajo llena de bolsas de papel. Odio las bolsas de papel y ricitos de oro parece que también.
En eso que salen del carrefour los 3 ositos/cerditos con dos carros llenos de comida y cosas para la cosa. Mama oso y osezno van discutiendo sobre una marca de cereales o de galletas. Y papa oso no quiere reconocer que no recuerda donde coño dejo el coche. ¿Era en el gato, el delfín o la zarigüeya? En esto que ricitos empieza a seguirlos, primero por el parking, mal iluminado (por supuesto, eso fluorescentes que parpadean sin seguir un ritmo o lógica) y que apesta a gasolina, solo eso ya me regira el estómago. Comienza a seguirlos con una motosierra. Que previamente había comprado en mediamark/lidl. Con ojos de asesina. Si han visto cisne negro, los de la Portman cuando se transforma en cisne negro, para que me entiendan.
Hay una persecución en coche al más puro estilo Terminador 2 y después se convierte en una mala imitación de una peli de Sam Raimi. Para está alturas ya aparecen en mi sueño el lobo transvertido de caperucita y el hombre del saco. Pero ninguno acojona tanto como ricitos de oro. Que destroza la casa de los ositos, pero no por sentarse, comerse las gachas o dormir, sino por que con lo menudita que es tiene una destreza de la motosierra increíble.
Y cuando está apunto de abrir en canal al osezno me despierto toda taquicárdica y después no hay manera de volverse a quedarse dormida.
Es una pesadilla estúpida pero llevo 2 días durmiendo de pena. Hoy hasta he echado mano del tapaojeras.
Llevo un par de semanas que por H o por B solo voy al trabajo 3 o 4 días: Vacaciones, cursillos, semanas santas, cumpleaños, gripe (resaca) y motivos personales (fontaneros). Así que tengo un montón de pequeñas cosas, tonteriítas, fruslerías, eso en un momento me lo pelo, déjamelo ahí que cuando pueda me lo miro,...por hacer. Además de mi trabajo normal. Y saben qué, se va a quedar ahí una semana más porque hoy es martes y mañana no voy a trabajar. Eso hace una semana laboral de 3 días. Y no estoy para mandangas. Y no me digan que morro, que el trabajo es el mismo pero en vez de en 5 días lo tengo que hacer en 3. Así que hoy nada más llegar a la oficina he puesto el modo "pitufo gruñón on" y ahí se queda puesto. Que no me tosa ni dios. Por mucho que haya resucitado y hecho un musical.
Como voy a ir a verla, quería ver el trailer. No está mal, pero me suena ligeramente.
Hay pajarraco en el alfeizar de mi ventana que me mira raro. Creo que sabe que ayer comí codornices.
Un día raro. Resaca por la derrota del Barça. Me fui a la cama cabreada. Solo es un deporte, ¡un deporte que ni práctico! No debería alterarme así. Bonita manera de empezar las vacaciones.
Así que esta mañana me he hecho un desayuno austero y me he ido al gimnasio. Estaba vacio, mi entrenador por desgracia si que estaba. Me hubiera encantado ir que no estuviera. No hubiera sudado tanto la camiseta y encima el martes le podría recriminar el plantón. Pero el cabrito, estaba allí. Y después del interrogatorio post-partidico, me ha hecho sudar todas las cervezas de ayer a la noche. Y con todas, me refiero a las que me bebí yo y a las que se bebieron los demás.
Pero he salido satisfecha esta vez ni le he vomitado ni me desmayado al bajarme de la bicicleta. Y casi salgo dignamente de la sala. Así que como ya eran las tres de la tarde y si me iba para casa y me ponía cocinar me iban a dar las 5. He decidido comer en el vietnamita que ahí al lado del gimnasio. Como estaba sola me han puesto al lado de un señor que estaba también comiendo solo. Y todo iba bien yo comía mi arroz blanco y veía la tele. Algo de una copa aplastada o algo así. Cuando el señor que comía en la mesa del al lado me ha preguntado si hablaba inglés. Y ahí la hemos cagado. Porque aunque a pesar de decir que no, no hablo inglés. Nada de mierdas, de bueno un poco, no muy bien, no lo hablo, pero lo entiendo,...no simplemente y llanamente le he dicho "No". Pero el hombre ha empezado a hablarme del partido. Y claro, he acabado hablándole también.
No sé cómo carajos ha ido la cosa, pero he acabado con su número de teléfono. Y ahora me aborda una duda ¿qué narices hago con su teléfono?
Le he cogido el teléfono porque era un señor mayor muy agradable y me sabía mal hacerle el feo, pero ahora tengo un papelito con el teléfono de Henry y no sé qué diablos hacer con él. Tirarlo sería descortés, pero es que no lo voy a llamar tampoco. ¿Guardarlo? Como guardo los tiquets de restaurantes y tiendas. ¡Que tesitura la mía!
Hacía meses que no jugaba al billar. No sé porqué pero el billar lo relaciono con deportes de verano. Supongo que es por los bares con terracicas. Hace años que deje de intentar de analizar las conexiones que hace mi cerebro.
Nunca he sido muy buena en esto del billar. Meto un montón de bolas. Pero casi siempre son las mismas. Efectivamente la blanca y la negra. Pero me encanta jugar. Afortunadamente no soy de aquel tipo de personas que si no se les da bien algo no lo hacen.
El billar como muchos otros juegos (juegos de automóviles) me gusta sin importar el resultado. Es más creo que mejor me lo paso cuanto peor juego.
Que conste que gané una partida. No voy a confesar de cuantas.
Menos mal que esta semana trae menos días, que sino me pongo enferma. Necesito más vacaciones. Esto de las vacaciones es como una droga. Una vez empiezas no quieres dejarlo y cuando las dejas tienes mono y dolor muscular y de cabeza. El síndrome de abstinencia vacacional. Desengancharse no es tan sencillo como tomar una dosis de metadona. Si, me han oído bien mis queridos amiguitos politoxicómanos, dejar las drogas es un juego de niños. Lo chungo es ir a trabajar después de vacaciones, y si es lunes, ni les cuento.
Solo han sido 4 días de fiesta, pero me han sabido a 2 y mi cuerpo los ha notado como si fuera 40. Esta mañana me dolían todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo. ¡Y hay que ver la cantidad de músculos que tiene el cuerpo humano!
Y señores, gracias a mi guiry favorito, a partir de la semana que viene, voy a joder al vecindario a base de bien. Uno de sus regalos de cumpleaños va a convertirme en sujeto no deseable en mi vecindario. ¡Ya le vale! Menos mal que vivo en la montaña y los "mossos" no suelen patrullar por ahí. Me gustaría ver algún guarda forestal. Claro que si veo uno, no podré reprimirle y preguntarle por el oso Yogui y la cesta de emparedados.
Por cierto ha sido un placer conoces al sr. J4m3s y sus acólitos.
Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz te desean tus voces imaginarías del FarEast.
Y al fin llegó el tan temido día. En el que toda chica deja de serlo y se convierte en superguerrero de nivel 6. La transformación ha sido lenta y dolorosa, pero ahora no habrá supervillano que se me resista.
Cumplir 30 es tan jodido como cumplir 29, porque no me gusta cumplir años. no por la mierda de reloj bioquímico ese, no. Es porque ya no hay fiestas con chuches, globitos, cocacola y ganchitos.
Pero aquí estoy, con treinta años. ¿Y saben qué? mejor aquí que en Etiopía o en Arabia Saudí.
Y aunque mis compañeras de trabajo han insistido que haga listas y actividades que nunca he hecho, paso. no me gustan las listas y si no he hecho algo es porque no he querido hacerlo.
Así que ya tengo 30. ¿Y saben qué? estoy deseosa de llegar a los 34 y poder hacerle una pedorreta a ChusCrist. Mucho hijo de dios, mucho hijo de diós, pero te he superado (modo risa Nelson on) ja ja (modo risa Nelson off).
Estoy de Rodriguez! Estoy de Rodriguez!. Hoy termino de trabajar a la una y no regreso hasta el lunes. Cuando llegue a casa esta noche pienso emular a Tom Cruise y ponerme en calzoncillos y calcetines de tenis a jugar al guitar heroe.
Cuando llegue a la tarde haré un cuenco enterico de caipirinhas y las pondré en la nevera. E iré bebiendo como quien bebe agua después de 2 horas de partido en pleno mes de agosto en un campo de tierra.
Y la vida a veces de tan simple es maravillosa. Mañana ya me deprimiré, pero hoy quiero despedir mis 29 así.
Ayer vi el partido en bolas. No, sean cochinotes, no iba desnuda es que me sepultaron en una montaña de pelotas de esas antiestrés. Aunque al principio era blandito y agradable, al cabo de un rato empecé a asfixiarme. Y la asfixia no es agradable a menos que seas uno de esos que les gustan ya saben llegado el momento ...Y parece que el Barça ha pasado a semis ¿no?.
Si, el Chelsea eliminado, vale ya, ya está bien con la coñita.
Claro que sí, me voy a poner el mandil (delantal) y voy a hornear unas galletitas, mientras las galletitas se hacen prepararé un rico ponche casero y haré pequeños canapés que serán el deleite de mis invitados. Todo esto mientras voy vestida como una pin-up de los 50.
Hay gente muy, pero que muy idiota. El partido se ve en mi casa. Vosotros traéis las cervezas y las patatas fritas onduladas, que ya sabéis que no me gustan las lisas. Ya pongo yo las palomitas de microondas, de las normales, que no quiero un conflicto diplomático. Y como si que soy una gran anfitriona, llamaré a la pizzería argentina que hay en el barrio para que nos suba unas pizzas.
Aún estoy ojiplática, que aún haya alguien pretenda que después de 8 horas de curro, 1 hora y media de gimnasio y más de1 hora de transporte público me vaya a poner yo en plan marujuna. ¡Venga ya! ¡Iros a cagar! Hemos quedado para ver el fútbol, no para intercambiar secretos de belleza, ¡atajo de muertos de hambre!
Levantarte un domingo por la mañana cantando esto y ver la cara de tu pareja no tiene precio.
Cuando veas los alabastros volar pon tus barbas a remojar.
Y me quedé tan ancha, no por citar mal un refrán, eso lo hago siempre. Sino porque volví a confundir los alabastros con los albatros.
Es un típico error que provoca muchas risas, sobretodo cuando vamos al zoo. Tenéis que verme dándole miguitas de pan a las encimeras de los lavabos mientras digo "titas titas titas".
Poder, es que se parecen tanto. Que no soy yo científico (¿o era dentífrico?) o algo así para poder hacer tales distinciones.
Bueno, cuidado con los alabastros que son muy traicioneros.
5 a 1, es un buen resultado. No perdimos ni en un momento, minuto 2 o 3 del partido e Iniesta ya nos dio la victoria. Sigo sin entender esa tarjeta amarilla. La única explicación valida fue la que da Sainthropee "quería la baja por paternidad y esa era la única forma de que el Barça se la diera". Acaba de ser padre, yo tampoco querría coger un avión para irme a Ucrania. De aquí un mes cuando lleve 1 mes sin dormir porque la cría berrea a todas horas, entonces no se va a querer perder ni una convocatoria.
Y como decía a pesar de un resultado tan abultado, como sufrí. Que gritos, que saltos, que "me cago en puta, venga ya" y que nerviosismo en un solo salón. Y ahora queda la vuelta y después...oh, entonces si que voy a sufrir. Tendré la bombona de oxígeno a mano.
Y el Chelsea perdió 0-1 será difícil la remontada, pero confío en mis chicos. Quiero una final Barça-Chelsea, eso me haría tan feliz. Hasta pagaría e iría al Camp Nou a ver un partido, a pesar de que allí siempre paso tanto miedo.
- ¡A mí el entresuelo de caballería!.¿El cuarto segunda de caballería? El sexto de caballería. Eso, ¡A mí el ático de caballería!
- El séptimo! El séptimo de caballería.
- ¿Pero séptimo con ascensor o sin ascensor?
- El séptimo con casino.
- Oye, si le llamaban séptimo, es que había un sexto ¿no?
- Supongo que la caballería era como el Windows cada año sacaban una versión nueva, peo como el Windows 97, nada.
Ayer me cayó una bronca monumental. No, no fue de mis padres. No, no fue de mis compañeros de pisos. No, no fue de mi jefe. Fue de mi entrenador personal.
Después de tres meses, hemos tenido la primera crisis, ya no hay magia entre nosotros. ¿Deberíamos hacer terapia? Y como en todas las relaciones, cuando se discute, la culpa siempre es del otro. Nos habrán jodido, no va a ser nuestra. Joder, con todo lo que cedemos aun será culpa nuestra.
Yo le cedo una hora diaria de mi vida, a veces incluso más, le cedo parte de mi sueldo, y le cedo toda mi paciencia. Venga ya, no me gustan los gimnasios, no me gustan las tablas de ejercicios y sobretodo no soporto que me hablen.
Yo le doy mi tiempo y mi dinero y él me lo agradece con regañinas. Y claro, a mi me enseñaron de peque que "quien paga manda" y no llevo muy bien que encima de pagar esperen que ponga el 100% de mi en todo lo que hago. Pongo mi dinero y mi tiempo, créanme el resto de mi apesta. Sobretodo después de 50 minutos de ejercicio.
Así que dejé que se despachara a gusto y cuando terminó le dije "despedido" y me quite un peso de encima. Claro que como todas las relaciones que recién empiezan, justo después de tremenda pelotera ya habíamos hecho las paces y nos lo habíamos perdonado todo.
Eso sí, yo sigo pagándole y él sigue criticando todos mis gesto y mi falta de energía.
Y mañana empezamos una nueva rutina, tres meses y ya hemos caído en la rutina.
Este mes está lleno de cumples, entre ellos 3 ineludibles, el del asesor informático, el del hijo de la gran bretaña y el mío. Mi hígado y mi bolsillo se van a resentir.
Se lo estaba comentando a Calcetines y me ha aconsejado que regale calzoncillos a todos. No sé que decirle, me parece raro regalarle calzoncillos al asesor informático, por no decir que aunque a mi me queden divinos los calzoncillos soy más de tanga paquetero.
No sé si me da más palo más ir a comprar o pensar que comprar. Quizás la idea de los gayumbos no sea tan mala.
Por cierto hoy es el cumple del hijo de la gran Bretaña y aún no le he comprado el regalo. Menos mal que todos tienen aprendido que soy un desastre para esto de los cumpleaños. Feliz Navidad a todos.
Me dieron la noche.
Iba a ser una noche inofensiva, una cena ligerita y unas cervecicas en una terracica. Hacía un día primaveral, se estaba bien en la calle. En algún momento se habló en acabar en la disco de Maria. Incluso eso apetecía, un par de risas mientras emulábamos a MC Hammer.
Pero durante la cena tuve que aguantar el típico tío que intenta buscar empatía y dice cosas como "choca los cinco" o "brindo por ello". Lo de brindar está bien pero no hay que hacer de cada sorbo un brindis. Y sobretodo, no hay que decir "choca los cinco" cada vez que estás de acuerdo con algo. Tenía unas ganas irrefrenables de clavarle el tenedor en el ojo y arrancarle los brazos con mis propias manos. Pero me supe contener. Afortunadamente, el "choca los cinco" se batió en retirada.
Después fuimos a tomar unas cervecicas en la plaza del sol, y allí un pseudo-actor me dio la tabarra. No paraba de citarme estrofas enteras de la obra que estaba haciendo. Sobreactuado, dobrepesado e imbécil. Muy imbécil. O quizás no tan imbécil pero yo no estaba para polladas. Pero es el mejor amigo del novio de una amiga. Y mis amigas no me dejan amputar/cercenar/quemar/diseccionar a los amigos de sus amigos, uy vaya lío.
Para poner la guinda al pastel, cuando fuimos a la discoteca el pseudoactor no paró de agarrarme para bailar, no estamos en los 50's, ya no se baila agarrado. Estaba tan rallada que puse la excusa de que con la nueva ley hay que salir para fumar (yo no fumo y mis amigas lo saben) y me pillé un taxi y me fui para casa. Sin despedirme de nadie ni nada. Y a las cinco cuando llegué a casa me metí en la cama sin desvestir, ni destripar a nadie.
Esto, yo pasaba por aquí, y me he dicho ¡Anda, coño!, si tu tienes un blog por aquí. Y entonces me he imaginado un coño andante. Imagen muy asquerosa porque parecía un puto caracol dejando un rastro viscoso tras de él. Los coños no tienen patas. Al menos no los coños sanos. Y después me he imaginado una ama de casa anunciando una crema antiestrías. Efectivamente, mi imaginación es una puta enferma. Y me debe el desayuno de esta mañana.
